Vamos a iniciar con este primer pasito un conjunto de artículos sobre las responsabilidades de los entrenadores de voleibol desde el mismo momento que ya tenemos la confirmación oficial del equipo que vamos a asumir para la siguiente temporada.
Este sitio web está dirigido especialmente a los entrenadores de voleibol, a esas personas que han sentido la llamada de este deporte y que se ha convertido con el paso de los años en nuestro eje de toma de decisiones personales y profesionales, y desde mi experiencia personal y tratando de aprender de todos aquellos técnicos con los que tengo el honor de charlar, intento compartir con todos vosotros muchos de los detalles que engloba nuestra ardua labor.
Cómo ya habéis comprobado, nuestro trabajo se extiende mas allá de la cancha de voley, nos ocupa bastante mas tiempo de lo que dura un entrenamiento o un partido, y todo ello parte de una enorme vocación de enseñar y trabajar al lado de un grupo humano que se convertirá con el paso de los días en algo mas que un equipo, por lo que tendremos que hacer uso de una infinidad de herramientas a fin de que la gestión deportiva y humana sea la más productiva y eficiente posible.
Pues si después de este pequeño prólogo, seguís con ganas de iniciar junto a mí este pack de artículos sobre nuestras responsabilidades y que muchas de ellas no van a aparecer recogidas en ningún contrato, sino que van adheridas a nuestro afán por hacer el mejor trabajo posible, poneos cómodos en un buen rincón de la casa, y si me queréis ayudar además, tomad papel y boli y anotad todas esas dudas o sugerencias que me queráis hacer llegar para que yo pueda completar mis ideas con las vuestras.
Fue en el Curso Nacional de Entrenadores en España (Nivel III) cuando abrí definitivamente los ojos y comencé a saber definir de una forma mas correcta el significado de “Dirección de Equipos”, y entendí que mi labor debía no debía “exclusivizarse” al trabajo en cancha o preparación de entrenamientos y partidos, debía pulirse a un espectro de opciones mucho más amplio que el transmitir conocimientos y experiencias a los deportistas.
La Dirección de Equipo cómo tal, podríamos resumirla en un objetivo claro y directo y sería lograr la evolución de un sencillo grupo humano, formado por un número de individualidades, a un Equipo, y ello se ha de basar en el estudio y desarrollo de un proceso detallado en el que otorguemos a este conjunto de miembros una relación muy especial y constante entre todos ellos.
El hecho de que contemos con un nutrido de grupo de personas bajo nuestra responsabilidad no conlleva que formen un Equipo, y realmente podremos hacerlo cuando se den una serie de características que os voy a detallar, siempre bajo mi punto de vista.
- Objetivos claros. El equipo “Compartir un mismo propósito/misión/meta y es hábil para distinguir entre objetivos a corto y largo plazo para los que se tiene que diseñar un plan. La visión, misión y objetivos han sido definidas y existe un compromiso en común hacia estos objetivos.
- Entendimiento de los roles y estructura del equipo. Los roles de los miembros del equipo son entendidos por todos y todos tienen en claro lo que se espera de ellos y el rol de los otros miembros.
El líder del equipo se esfuerza en darle a los miembros cada vez mayores responsabilidades y todos los miembros de equipo sienten que tienen control sobre las decisiones que se toman en la distribución del trabajo.
Los talentos individuales se utilizan. Las asignaciones de tareas son distribuidas de acuerdo a las habilidades de los miembros del equipo y todos desean darles desafíos y nuevas oportunidades a los otros miembros de equipo.
Espíritu compartido. Entre los integrantes del grupo existe un fuerte espíritu de cooperación y coordinación. - Un excelente desempeño. El equipo da lo mejor de sí. La programación es diseñada y realizada de acuerdo a una planificación en común.
La calidad del trabajo, tanto individual como colectiva en base al Estilo de Trabajo y Modelo de Juego planteado para el Equipo, se va asentando y progresando positivamente, lo que se transformará finalmente en resultados satisfactorios del equipo en competición.
Es importante que Personas externas vean y valores al equipo como una unidad altamente productiva y eficiente, donde el ambiente y sentido colectivo sean reconocidos y se identifique como motor que genera resultados positivos. Los miembros de equipo se ayudan unos a otros a sortear obstáculos. - Uso efectivo de la diversidad. El equipo tiene una composición balanceada de géneros, culturas, edades (a partir de categoría senior/mayores) y experiencias, y la tolerancia junto con el respeto son innegociables.
El equipo busca activamente y da la bienvenida a nuevos miembros que suman diversidad. El equipo está formado por gente con una amplia gama de habilidades, conocimientos y actitudes, dotando de una identidad particular al equipo que lo hace diferente del resto.
La diversidad es utilizada para el beneficio del equipo y todas las visiones y opiniones (que derivan de esta diversidad) son impulsadas y usadas para mejorar los resultados del equipo.
Los miembros del equipo son conscientes de sus diferencias provenientes de la diversidad y se comportan de manera que demuestran ésta sensibilidad. - Resolución de problemas y toma de decisiones. El equipo se esfuerza en tomar decisiones que son aceptables para todos o la mayoría de sus miembros.
La carencia de elementos de cualquier tipo (número de miembros, deficiencias con respecto a rivales, material, etc), son entendidas y utilizadas como retos de aprendizaje mediante toma de decisiones constructivas en la búsqueda de Soluciones eficientes.
Las diferencias de opinión se discuten abiertamente y las decisiones son tomadas a través de un consenso. Los miembros del equipo tienen la capacidad de colaborar por igual para tomar decisiones.
El equipo tiene suficiente variedad de acercamientos, habilidades y conocimiento para asegurar la mejor decisión y se toma tiempo para ver todos las partes de un problema, cual es a mejor solución para todos (especialmente para afrontar un determinado problema).
El equipo distingue bien entre decisiones importantes y menos importantes y no pierde su tiempo en llegar a decisiones sobre temas de poca importancia que tienen un pequeño impacto sobre sus resultados. - Evaluación. Si bien es cierto que la composición de este grupo humano y su proceso de formación en un Equipo eficaz se hará con el objetivo de participar en una determinada competición deportiva, los resultados que se logren en esta han de ser bien evaluados y calificados.
A veces, grandes resultados no significan que el Equipo esté “saneado” ni sea “saludable”, y otras, malos resultados no conlleva a creer que se está haciendo un mal trabajo ni a una formación de Equipo insuficiente.
Hay que saber calificar estos resultados, sacar evaluaciones correctas de los mismos y ser coherentes con los datos.
Periódicamente el equipo debe examinar cuan bien está funcionando y que podría estar interfiriendo con su efectividad. Se debe reflexionar sobre los logros y los procesos son abiertos y honestos. Todos los miembros del equipo participan en dichos procesos. Los miembros de equipo escuchan las posturas de todos y consideran cada contribución seriamente. Los miembros del equipo buscan de otros, consejos sobre su propio desempeño personal. Los miembros de equipo están listos para ofrecer un honesto y amigable consejo sobre el desempeño de los otros.
Sería importante que en vuestro proceso de formación constante como entrenadores de voleibol, pero sobre todo como rol importante dentro de un Grupo Humano, documentación que complemente a lo que ya tenéis adquirido con anterioridad para buscar la eficacia y eficiencia de vuestro equipo, lograr construirlo de forma sólida y estable.
Hoy día se tiene muy claro, algo de lo cual me alegro muchísimo, que los equipos no responden a base de obligaciones, coacciones, voces u otras herramientas de “liderazgo” muy características del pasado, sino que se tiene que hacer un ejercicio muy intenso de todo lo que os he descrito anteriormente para que el grupo se transforme y funcione en la cancha como un equipo.
En este sentido, y con ello termino este primer artículo, es esencial que como entrenadores seamos conscientes de la relevancia del rol que ocupamos dentro del grupo e identifiquemos nuestra posición de LÍDER con un cargo que exige responsabilidad, preparación, compromiso, conocimientos, habilidades, cualidades y en quien están puestas muchas expectativas e ilusiones.
En el siguiente artículo os hablaré de las dos situaciones en las que debemos trabajar profundamente y que serán la raíz de todo nuestro trabajo en torno a la Dirección de Equipo, aquello que controlamos, NOSOTROS (entrenadores de voleibol), y lo que no controlamos, EL ENTORNO (directivos, staff técnico, jugadores, medios de comunicación, aficionados, etc.)