Saludos, mis querid@s voley adict@s. Este domingo 21 de enero no arrancó bien, ni mucho menos, y por mucho que tod@s esperásemos un desenlace como el que ha acontecido, el dolor no es menor ni las lágrimas escasean, todo lo contrario.
En el año 2008, un grupo de amig@s, especialmente mi entrañable amigo y compañero Antonio fundamos Almería Volley Grupo 2008 con la única y firme intención en ese momento de recoger a un grupo de chicas que se habían quedado en la estacada tras la desaparición de Salesianos Atalaya Almería, club al que pertenecíamos tod@s o casi todos los que iniciamos este proyecto en los años anteriores.
Si no recuerdo mal, y creo que no, aún tengo buena memoria, eran 6 chicas y unos 4 amigos los que dimos luz a este club que con el paso del tiempo llegó a jugar en Superliga Femenina 2 y jugar una Copa Princesa en 2014 en Miranda de Ebro (Burgos), pero que en sus inicios el objetivo era el de disfrutar del voley y acoger a tod@s aquell@s que quisieran unirse a nosotr@s que pensaran y sintieran lo mismo.
En este sentido y una vez logramos, no sin arduas gestiones, disponer de una cancha mas que digna para los entrenamientos y que nos permitiera tener un centro de operaciones reconocible donde la gente pudiera ir a informarse, vernos entrenar y demás, el Gimnasio del IES Alhamilla en el centro de Almería, y de lo cual estaré eternamente agradecido al director de ese centro educativo, D. Jesús Rodríguez Vaquero, todo comenzó a fluir y el optimismo iba creciendo con el paso de los días.
Dentro del grupo de chicas que llegó esa primera temporada, empezamos con 6 y terminamos con unas 12 aproximadamente, un día apareció una chica mas que interesante y con sus 12 años era un torbellino de energía que sin experiencia en voleibol, había estado jugando baloncesto previamente, quería conocer este deporte que se había afincado en su centro de estudios.
Siempre recordaré aquél día, no por ser una sorpresa que jugara mejor o regular sino porque Manoli Gonzalez Villaverde apareció con las rodilleras puestas, unas calcetas largas y debajo de ellas unas espinilleras.
Creo que no tenía muy claro, Manoli, el concepto del voleibol y la escasa necesidad de tener espinilleras pero recuerdo que aquél día lo comentaba con mis compañeros y decidimos decirle nada de inmediato para no hacerle sentir incómoda, aunque posteriormente si le dimos el consejo de prescindir de ellas.
A partir de ahí pasó lo que tenía que pasar, su ímpetu por aprender, entrenar, competir, ser protagonista de todo, hablando incluso “por los codos”, le llevó a ser muy querida por tod@s y ganarse su sitio en la pista.
Unos años después, los intereses contrapuestos y otras cuestiones que hoy ya no tienen sentido, nos llevaron a distanciarnos y tomar caminos diferentes durante un tiempo, muy incómodo para mí, por lo menos, ya que se le extrañaba y me habría encantado haber colaborado más en su progresión como jugadora de voleibol, para, posteriormente, volver a juntarnos en el club que nos unió a los dos y ya con una Manolia mas madura pero el mismo deseo de disfrutar jugando.
En la temporada 2012/13 el Volley is Life Grupo 2008, tras haber hecho una 12/13 más que digna en la Primera División Andaluza se inscribe en la Primera División Nacional y logramos conformar un equipo muy competitivo pero muy escaso de jugadoras, echando memoria eran unas 8-9, entre las que estaban algunas conocidas a nivel nacional como fueron Wanda Banguero, Marina Saucedo, Amy Natalie Ward y Stacie Angulo Jaramillo, entre otras, y decidimos contar con Manoli, en edad juvenil todavía pero sabíamos que era el entorno ideal para ella en su proceso personal y deportivo.
Ese año fue memorable y es que cuando solamente había dos equipos andaluces en competiciones nacionales, Universidad de Granada con tremendo equipazo en el que destacaba la presencia de una jugadora internacional con España como era Sara González, y nosotros, un club joven que quería hacerse un hueco entre los mejores, dimos la campanada y rompimos todas las quinielas.
Ese año logramos terminar campeones del Grupo C de Primera nacional y ascender posteriormente a la Superliga Femenina 2 y ya Manoli tuvo muchos momentos en la pista, aportando muchísimas cosas, especialmente energía y vitalidad al resto de compañeras del equipo, y es que estoy completamente seguro que si alguien sentía profundamente ese escudo, esa chica era Manoli.
Al año siguiente, temporada 2013/14, ya como equipo de SF2, disputamos y ganamos nuestra primera Copa de Andalucía en Montalbán (Córdoba) ante Universidad de Granada, pedazo de recompensa al trabajo de las chicas y de los que formaban el club.
La buena primera vuelta nos llevó a meternos entre los 4 primeros que tenían derecho a jugar la Copa Princesa en enero de 2014 en Miranda de Ebro (Burgos) y por supuesto, Manoli fue una de las jugadoras presentes en este campeonato, lo cual me llenaba de mucha satisfacción al ver como una “canterana” estaba con el equipo del club que la vió nacer como jugadora.
A partir de ahí, salí de Almería por diversos motivos y continue mi progresión como entrenador mientras que Manoli seguía disfrutando del voley en su club, con la misma ambición de siempre y de la misma y sana forma que la caracterizó.
Estando en Islandia ya me enteré que Manoli había sido mamá en dos ocasiones, y al igual que me ocurrió con otras jugadoras a las que entrené, me dio una alegría enorme y aunque había perdido el contacto con ella, sé que todo lo que le ocurriera bueno a Manoli era bien merecido y sería una mamá maravillosa de la que sus hijos solo podrían aprender cosas muy buenas.
Pero no hace tanto las noticias que me llegaron no eran nada buenas y es que al parecer una enfermedad había alejado a esta excepcional chica de las canchas y de una vida ciertamente normal, por lo que se centró en luchar y luchar contra un maldito Linforma de Hodgkin, disculpad que no sepa deciros mucho más puesto que mis conocimientos son muy básicos en cuanto a estas cosas, y cuidar de si misma para poder servir a los suyos.
En cuanto lo supe me puse en contacto con Manoli, al igual que no hace tanto cuando tuve conocimiento que, lastimosamente, recayó y las cosas no estaban saliendo como los médicos dijeron que debían de salir, y entre muchos se ayudó para lograr los fondos necesarios que sirvieran para sufragar los gastos de este tratamiento.
El domingo 21 de enero Manoli nos dejó, no creo que haya perdido la batalla aquí abajo sino que en la bondad de su corazón tengo seguro que no quiere que sus hijos y familiares la vean sufrir, y prefiere, por primera vez, no ser protagonista y dar paso a que tod@s sigan su camino, recordando lo gran persona que fue y el enorme legado que nos deja a todos por su lucha y perseverancia en contra de algo que no espera y no conoce a nadie, la grave enfermedad.
Como siempre pasa, echaremos de menos una mejor conversación, una llamada que no hice, y mil cosas para mejorar la comunicación, de eso no hay duda, y de hecho me pongo a escribir, porque no lo hice en vida pero leyendo su ultimo mensaje hacia mi, en el que me dijo:“……………… Y para nada tomaría de mala manera un mensaje que viene de buenas y con respeto, es verdad que no acabamos de la mejor manera pero el pasado queda atrás, muchas gracias por tus palabras y espero que todo te siga yendo genial. Un abrazo!…… se que el cariño estaba ahí.
Hoy nos toca decirle hasta luego, seguro que algún día nos encontraremos, pero si pudiera leerme de alguna manera decir que te quise mucho, que te necesité también y que creí en tí, aún cuando decidiste que era mejor jugar a voley en otro lado, con otro equipo y otro entrenador.
Nos ayudaste a darle vida a AVG2008 y se que lo defendiste mucho, era tu club, y con eso ya me vale para saber el tipo de persona que llegaste a ser, y lo excelente madre que has sido, lo buena hija que has demostrado y ahí arriba, les toca a ellos soportar tus berrinches, es broma, y sobre todo, verte y contagiarse de tu carisma y personalidad.
Descanse En Paz, Manoli Gonzalez Villaverde, mi niña de las espinilleras.
