Como entrenador “Detallista y Pulidor” de todos los contenidos que identifican a mis equipos trato de dotarlos de un amplio abanico de herramientas y soluciones para dejar el espacio mínimo necesario a la “improvisación” especialmente cuando hablamos de la táctica, tanto en el modelo de juego como en el plan de juego particular en cada partido.
En este artículo hablaremos de uno de esos detalles que parecen desapercibidos y no se trabajan como “esquema táctico particular” ya que se le resta importancia y se opta por “dejar” a l@s jugadores/as que sean ellos quienes decidan, sin crear una estructura jerárquica clara, y por lo tanto, sin un despliegue táctico defensivo eficaz.
Os hablo del despliegue defensivo de nuestro equipo ante una construcción del juego ofensivo rival con poco peligro para nuestro lado de la cancha ante una mala gestión en su construcción que les fuerza a entregar free balls ó atacar de forma poco peligrosa ó alejada de la red, provocando nuestra defensa cómoda por lo que optaríamos por retirar el bloqueo, teniendo mejor campo de visión y retirar brazos en la red que podrían suponer un block out, que el balón caiga “muerto” en nuestra cancha o reconstrucción más óptima para el rival.
Parto de dos ideas importantes que ahora tendré que confrontar y es la del liderazgo en el sistema defensivo de mi equipo.
Mientras el Central es el líder de la primera línea, o sea, el bloqueo, el líbero es el líder de la segunda línea (defensa), lo cual ya nos genera un debate interesante a la hora de otorgar rango superior en la toma de decisiones como ésta que hoy nos ocupa.
Pero claro, no podemos olvidar que los bloqueadores de puntas (P4 y P2) tienen también una buena ubicación para la lectura de distintos balones por lo que su perspectiva es importante en la consideración y podríamos decir también que los colocadores en posición zaguera (cuando usemos un sistema en el que el colocador esté en posición de defensa detrás), pueden provocar el despliegue defensivo y su correspondiente transición al ataque.
Es decir, amigos, tenemos que diseñar un esquema de despliegue y transición basado en otorgar el “bastón de mando” a un jugador en pista con criterio y personalidad para que decida qué hacer y el equipo responda en consecuencia y al mismo tiempo, de forma ordenada y sistemática, no como “pollo sin cabeza”.
El orden jerárquico
Como os he comentado, para mí, el CENTRAL es el líder del equipo en la línea de bloqueo (primera línea del sistema defensivo) y en principio podría ser importante a la hora de que decidiera las “salidas” del bloqueo para el despliegue ante balones cómodos y poco peligrosos desde el otro lado de la red.
Personalmente entiendo que el CENTRAL tiene ya mucha tarea y responsabilidad asignada de antemano y es que el estrés que se genera en un bloqueador central ante el conjunto de opciones ofensivas que puede manejar un equipo rival con hasta cuatro opciones ofensivas es elevado lo que me inclina a buscarle AYUDAS más que cargarlo de más carga de responsabilidad colectiva.
Los BLOQUEADORES DE ESQUINAS/ALAS, POSICIONES 4 y 2, son los que podrían asumir esta tarea en mis equipos una vez que he declarado no ser amigo de designar al CENTRAL