Saludos, amig@s voley adict@s. No, no os traigo buenas noticias ni de lejos. Hablando con mi amigo Héctor esta misma mañana, martes 23.01.2024, cuando analizábamos esta actualización de la información en torno a los entrenadores de voleibol, me comentaba que hoy día ser entrenador de voleibol se ha convertido en una profesión de alto riesgo, y razón no le falta.
Vamos a ir por pasos. Lo primero es informaros de dos nuevas destituciones de entrenadores de voleibol y ambas son dos auténticos bombazos.
La Liga Iberdrola de España se cobra la tercera “víctima” de la temporada 23/24 y casualmente, la tercera en las Islas Canarias.
Tras las salidas de Marcos Dreyer (Hidramar Gran Canaria, JAV Olímpico) y de Alberto Avellaneda (CV Sayre Las Palmas de Gran Canaria) es el turno del técnico, hasta esta última jornada de competición, del CV Haris Libby´s La Laguna de Tenerife, Miguel Rivera, además, seleccionador nacional masculino de España.
La temporada del actual campeón de la Copa de la Reina no está siendo la esperada de un equipo que recogía el testigo del extinto CV Tenerife, también conocido históricamente como Construcciones Marichal de Tenerife, y que llegó a la élite para quedarse y ser protagonista como lo ha venido siendo en los últimos años acumulando todos los títulos en España y llegando a disputar la fase de grupos de la CEV Champions League en la temporada 2022/23.
La salida de Juan Diego García como entrenador después de 3 temporadas y media al frente del conjunto tinerfeño y con el que logró 1 título de Liga Iberdrola (2021/22), 2 Copas de la Reina (2022 y 2023), una Supercopa de España (2022/23) y participando en la fase de grupos de la CEV Champions League femenina y con rumbo a la Bundesliga alemana para dirigir el Rote Raben Vilsbiburg, provocó la contratación de un técnico de prestigio que siguiera la estela de grandes resultados para el Haris.
En esas se contrata a Miguel Rivera, entrenador español con una dilatada trayectoria en el voley masculino nacional, ya que dirigió al CV Teruel entre las temporadas 2016/17 y 2021/22 con importantes éxitos, entre ellos 2 Superligas (2018/19, 2017/18), 3 Copas del Rey (2019/20, 2017/18, 2014/15) y 5 Supercopas de España (2020/21, 2019/20, 2018/19, 2017/18, 2016/17), y, por supuesto, seleccionador nacional masculino que, por cierto, dirigió en el pasado Eurovolley 2023 en el mismo momento en el que el CV Haris había comenzado los entrenamientos de pretemporada.
El recorrido de Miguel Rivera en el Haris no ha sido nada sencillo, y su trabajo se cierra con 1 bronce en la Copa Ibérica (2023/24), plata en la Supercopa de España (2023/24), eliminado en 1/16´os de Final de la CEV Volleyball Cup por el Estrella Roja de Belgrado de Serbia y en 6ª posición en la Liga Iberdrola con un balance de 8 victorias y 7 derrotas tras 15 jornadas.
Más allá de los resultados tenemos que poner la vista en muchas situaciones que han ocurrido durante este tiempo en el que Rivera ha tomado los mandos del equipo tinerfeño y unido a lo que se oye por los pasillos del voley femenino español, podemos resumir que la “química” entre las jugadoras, mejor dicho, algunas jugadoras y el míster no ha sido la mejor para que el equipo compitiera.
Esto no es solamente algo que se dice sino que se puede ver y es que en partidos como frente a CV Cuesta Piedra o el último frente al Hidramar, los resultados de algunos parciales nos indican que pasan cosas y la desconexión entre la cancha y el banquillo era más que palpable.
La experiencia y lo que puedo conocer de Miguel Rivera me dicen que este tiempo no ha sido nada fácil para él y que el día a día se había convertido en poco de disfrutar y mucho de gestionar emocionalmente de forma personal, haciendo frente a situaciones diarias poco agradables y con la sensación de tener que demostrar que sabe de voleibol, adaptarse al vestuario y no tanto éste a él y su forma de trabajar para reivindicarse constantemente en su metodología y tipo de liderazgo.
Su salida tiene mucho que ver con la incomodidad y con quien domina el día a día, un entrenador o un equipo de voleibol, y algo mas importante, la directiva a quien apoya en los momentos delicados y si realmente era consciente del tipo de entrenador que contrataba (personalidad, metodología, propuesta, etc), ……………. los resultados no siempre definen el trabajo y la profesionalidad del técnico.
Pero si algo chirría en este asunto es como se produce el despido de Miguel Rivera y es que la directiva del CV Haris informa al técnico que deja de dirigir al equipo mediante un correo electrónico.
No creo que haya forma más fría, poco elegante y poco profesional que decirle a un apasionado del voleibol y profesional extraordinario, más allá de lo que puedan decir los resultados de esta campaña, que deje la tablilla y coja sus cosas, ya no va más.
Estoy completamente seguro que CV Haris encontró motivos mas que suficientes y justificados para no seguir confiando en Miguel Rivera, de eso no tengo dudas, de otras cosas por supuesto que sí que las tengo, pero si han tomado esta decisión es, sencillamente, porque creen que Miguel Rivera, en este momento, no es la persona adecuada para lograr “exprimir” el potencial que tienen las jugadoras y ser un equipo nuevamente competitivo.
Y terminando con este punto, y aunque suene raro, creo que quién mas gana con esta decisión, por mucho que le hubiera gustado terminar la temporada, es Miguel Rivera, y se palpa desde fuera que si un entrenador no disfruta del proceso competitivo con el equipo sino que la ansiedad, las noches sin dormir, el malestar general diariamente caracterizan tu labor en ese grupo, lo mejor para tu salud mental es salir de ahí.
Lo dicho, suerte a Miguel Rivera, que encuentre lugar donde sea feliz y pueda trabajar como él sabe hacer y también suerte para el Haris, que llegue el entrenador adecuado para reflotar la nave tinerfeña y veamos al Haris que hemos visto las últimas campañas, peleando por los títulos en juego.
En cuanto a la otra destitución, la del técnico finés Tuomas Sammelvuo al frente del Zaksa polaco, he de confesar que tengo mucha menos información pero no por esperada deja de ser sorprendente.
El actuar seleccionador de Canadá que logró una espectacular clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024 el próximo verano, llegó al Grupa Azoty ZAKSA Kędzierzyn-Koźle la pasada temporada 2022/23 tras haber dirigido al Zenit de San Petersburgo y Kuzbass Kemorovo rusos así como las selecciones nacionales de Finlandia y Rusia, con la que obtuvo la medalla de plata en los JJOO de Tokyo 2020.
Con el Zaksa conquistó la tercera CEV Champions League consecutiva del equipo polaco, el título de Campeón de Copa de Polonia y subcampeón de PlusLiga detrás del Jastrzębski Węgiel, por lo que esa primera temporada podría catalogarse como muy buena para el técnico nórdico.
Pero este año la situación no ha sido ni mucho menos parecida. Las lesiones se cebaron casi desde el inicio con el Zaksa destacando las de Sliwka y David Smith, dos pilares básicos en los esquemas de Sammelvuo y unidas a un flojo rendimiento de jugadores tan importantes como el opuesto Kaczmarek, el receptor Bartosz Berdnorz han llevado a ver a un muy desdibujado Zaksa y que ha puesto incluso en peligro su avance a los play offs de la CEV Champions League.
Hasta el momento de su cese como técnico del Zaksa, la temporada de Sammelvuo con el equipo se resumía en estos datos:
- Noveno clasificado en la PlusLiga con un balance de 8 victorias y 9 derrotas (24.01.2024)
- Eliminado de la Copa de Polonia.
- Segundo del Grupo A de la CEV Champions League detrás del Ziraat Bank Ankara y clasificado para los Play Off (octavos de final) teniendo que medirse al Halbank Ankara para avanzar a cuartos de final donde espera la Cucine Lube Civitanova.
- Campeón de la Supercopa de Polonia al vencer 3:2 al Jastrzębski Węgiel
Si hablamos de resultados, sí, correcto, entendemos el cambio de timón que necesita el equipo y lo habitual es que se mire al banquillo para tomar las drásticas decisiones, por lo que desde fuera se puede entender.
Pero en este caso no puedo deciros mucho mas que Tuomas Sammelvuo se ha convertido en uno de los mejores entrenadores del voley masculino a nivel mundial y los resultados lo avalan, sin duda alguna, y que las lesiones han sido un contratiempo muy grande que han dañado, y de que manera, al equipo casi desde el inicio de la competición.
Pero a mal tiempo, buena cara, y es que Sammelvuo tiene un objetivo muy importante este verano puesto que estará junto con su equipo, la selección nacional masculina de Canadá en los Juegos Olímpicos de París 2024, por lo que aprovechará el tiempo que ahora tiene en conocer de primera mano como están los posibles jugadores que integren la lista para esa cita tan importante.
Y volviendo a lo que dice mi amigo Héctor de Se Escribe Voleibol, el trabajo de entrenador se ha vuelto una profesión de riesgo, o mejor dicho, se ha convertido en una profesión poco empatizada y muy poco valorada, donde cada día estamos mas cercanos a las exigencias que se viven en otros deportes pero con recursos muy diferentes, entre ellos las propias características del juego y su reglamento así como la confección de los equipos.
El entrenador de voleibol, en muchos casos, trabajo solo, vive solo y decide solo, y cuando se gana todos ríen y celebran, son todos muy buenos, desde el directivo que no baja ni un solo día a la pista a ver al equipo trabajar, hasta la jugadora o el jugador que anota 25 puntos por partido, mientras que del técnico pocos se acuerdan por su planteamiento, por su forma de dirigir y su gestión de millones de cosas
Pero cuando se pierde…………………………., todos miran al mismo sitio, y quien se sentaban a tu lado antes, ahora no están.
