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La Famosa Soledad del Entrenador. Episodio 3. Criterios antagonistas

La Famosa Soledad del Entrenador. Episodio 3. Criterios antagonistas

En la base está el equilibrio de la cúspide

Saludos, mis querid@s voley adict@s, Creo que este artículo, el tercero en torno a la Soledad del Entrenador, puede reflejar la experiencia de much@s de vosotr@s que en algún momento de su trayectoria ha tenido que trabajar en voleibol de alto rendimiento y donde las exigencias son considerables, y también, por lo tanto, las expectativas y los desencuentros.

Soy creyente máximo de “En la base está el equilibrio de la cúspide”, y con esta frase me refiero a la idea de que en los cimientos vamos a encontrar la estabilidad del crecimiento durante el proceso, conforme todo lo que se va poniendo encima, y que la cúspide, cada vez mas alta, no se mueva demasiado cuando se zarandee o llegue la tempestad, que llegará.

Es obvio que no estamos hablando de arquitectura sino de Entrenadores de Voleibol, y de la Soledad que se genera alrededor del máximo responsable de la marcha del equipo.
En esta colección de artículos analizamos esa situación tan complicada emocionalmente que es la de sentirse sol@ y aislad@, y estamos pudiendo analizar que hay diversos casos en los que esta situación es voluntaria y necesaria, y otros en los que el agente externo provoca el distanciamiento de todas las partes implicadas.

Hoy tratamos de analizar las consecuencias que provoca el establecimiento dispar de criterios y expectativas entre directiva y entrenador, ó cuerpo técnico si queréis, aunque la figura del “Head Coach” es la protagonista de esta historia, por responsabilidad funcional del cargo que ostentamos.

Aunque vamos a tratar este tema en el apartado de planificación, podemos decir a groso modo que la base/cimientos de todo equipo de voleibol consta de dos partes o momentos muy importantes y que merecen un tratamiento tan exhaustivo como detallado por la necesidad de dotar de sentido competitivo y de sana convivencia al proyecto, y los pongo en este orden siguiendo un criterio de relevancia, aunque cada cual puede modificarlo bajo su perspectiva.

1) Establecimiento de criterios (y objetivos)
2) Confección de la plantilla

¿Podríamos confeccionar una plantilla y posteriormente establecer los criterios a seguir (planificación) y objetivos?. La respuesta es absolutamente sí, pero ya tendríamos que ver quién se tiene que adaptar más a quién, si el técnico a plantilla y objetivos, o al revés, la plantilla y los objetivos a la metodología y personalidad del técnico.

Si las cosas se pueden hacer con tiempo y el primer paso se ha dado con la contratación de un/a entrenador/a para el equipo que asume las directrices generadas por la dirección deportiva del club, hagámoslas bien.
Valoremos el presupuesto con el que contamos, veamos de donde venimos y a donde queremos ir, que necesitamos para poder llegar al punto deseado, y dotemos a todo este conglomerado de deseos y buenas intenciones de lógica, paciencia, control del proceso, comunicación y los recursos necesarios.

Todo esto es, ya sé lo que pensáis, idílico y quizás solo se dá en una serie de estructuras deportivas que vienen dando buenos resultados de forma habitual, lógico, precisamente por eso, por aplicar este conjunto de procedimientos son instituciones EXITOSAS, y salvo excepciones muy puntuales, siempre son ejemplo de estabilidad e identificación de su propuesta deportiva.

Frente a estas instituciones, aquellas que quieren estar en la élite pero no encuentran el camino de la estabilidad, la improvisación se ha instaurado en su proceder y el efímero éxito que cosecharon una vez creen que les da la fórmula mágica y el respaldo suficiente para repetirlo constantemente, recordándonos lo que en algún momento fueron y el respeto que merecen por ello.

El entrenador en este tipo de estructuras deportivas está condenado desde el día 1,  ya que es cuestión de tiempo de que todo lo que en un principio parece de color de rosa, se irá tornando en gris y el buque sólido, fuerte y infranqueable irá perdiendo los ensambles en dirección al fracaso más estrepitoso, y no entiendo el fracaso como perder partidos o competiciones, sino al deterioro emocional de sus miembros, pérdidas de empleo u otras situaciones personales que terminan siendo mucho mas graves e importantes que lo deportivo.

Volvamos a ese orden secuencial del que os hablé un poco mas arriba, 1- Criterios y 2-Plantilla, con una aclaración importante y el eje de este artículo.

Por Establecimiento de criterios me refiero a la forma de jugar que se quiere implantar, características técnicas y físicas de l@s jugadores/as que precisamos para ello, la metodología que se pretende desarrollar, etc., y que lo coloco por delante en importancia de la confección de la plantilla ya que es vital e la búsqueda localizar lo que buscamos, estar convencidos de la empatía con el estilo a implantar y que entren en el presupuesto, por supuesto,

Muy diferente es el trabajo en categorías amateur donde, en mucho casos, el puzle tiene cientos de piezas que tenemos que hacer encajar y en muchas ocasiones es una misión imposible pero con la que tenemos que lidiar en el día a día.

En estos primeros pasos del trabajo, y antes de que la competición eche a rodar, el conocimiento detallado de la plantilla que se ha podido confeccionar finalmente es clave para el mantenimiento o la recomposición de los objetivos que se pretendían inicialmente, de mas sencillos a mas ambiciosos o viceversa.

No hay condiciones ni matices, DIRECTIVOS y STAFF TÉCNICO deben de comenzar a competir de la mano, es decir, compartiendo filosofía, metodología, planificación y OBJETIVOS, y es que si desde el inicio esto no está claro, ya sabéis cual es el destino mas inmediato, poner en entredicho la capacidad del técnico para liderar al equipo cuando los resultados comienzan a no ser positivos, y es que mientras se gana, todo parece maravilloso, todos son fenomenales y el planteamiento es poco menos que cátedra de gestión deportiva, pero cuando se pierde se va difuminando la credibilidad.

Pongámonos en la situación de primeros resultados negativos del equipo en el comienzo de la competición algo que puede descuadrar con las expectativas creadas. Tened claro algo y asumidlo pronto, las luces van a empezar a dirigirse hacia vuestra posición y con ella el aumento de la presión sobre vuestros hombros.

En este momento nos podemos encontrar  en distintos escenarios que merecen reflexiones diferentes y medidas proporcionales.

1) El equipo no está ganando y tienes equipo para tener mejores resultados, algo de lo que todos son conscientes. En esta situación, hay que ser pacientes, seguir confiando en el trabajo que se está realizando y estudiar si hay que hacer alguna modificación sobre el plan inicial en la búsqueda de “dar con la tecla” y que el equipo comience a carburar y rendir mejor.

Mientras sigues en tu afán de hacer mejor al equipo con constante y duro trabajo, vas a ir notando murmullos a tu alrededor, saludos mas fríos, distanciamiento físico paulatino y sientes que el siguiente podría ser tu último partido.

Es muy importante estar en sintonía con el equipo puesto que si perdemos su confianza, solo un milagro nos mantendrá en el cargo. L@s jugadores/as son egoístas y no en muchos casos entonan el mea culpa y asumen su responsabilidad por lo que es probable que te señalen a tí como causante de la mala dinámica.

Esta soledad que vas asumiendo no es agradable y si, además de la directiva, el grupo no reacciona a tu mensaje, tu esfuerzo y tu propuesta, la llegada de decisiones es inmimente.
Este tipo de “soledad” la tocaremos en otro artículo de esta colección, pero te advierto que es de las más dañinas que puede vivir un entrenador.

2) El equipo no gana pero tampoco debiera tener la exigencia de hacerlo en comparación con el potencial de los rivales, pero la directiva tiene una opinión diferente.
Aquí es cuando decimos que “éramos pocos y parió la abuela”, y es que como diría Michael Jordan, nos hemos saltado 4 pasos o más dentro del proceso inicial de planificación y establecimiento de objetivos.

Personalmente he vivido esta situación y he de decir que genera esa conocida situación de aislamiento, siempre suele ser así que nos sintamos incomprendidos, pero no es del mismo calibre que la anterior aunque merece ser tratada con cautela y experiencia para que no afecte demasiado mientras se soluciona o lo intentamos, cuando menos.

Es muy duro moverse en el voleibol de élite y saber que tu equipo va a sufrir cada partido, no solo por lograr la victoria, sino sencillamente por competir en él, y es que por mucho y bien que trabajes el plan de partido si el rival tiene bastante mas potencial prácticamente dependes de él, de sus errores y sus aciertos, para tener opciones durante cada set.

Pero, ¿qué ocurre si la directiva piensa y está convencida que tu equipo podría ganarle hasta al mismísimo Perugia ó  al Conegliano?. De ser así, es obvio que la directiva tiene una visión técnica del equipo que difiere de la que puede tener el entrenador, por lo que lo más probable es que se repita la historia y todos los dedos te apunten a tí como el negligente cuando el resultado no s acorde a sus expectativas y a todo el esfuerzo/inversión realizados.

Punto de partida, NO INTENTES CONVENCERLOS, no gastes energía en ese aspecto por mucho que ya intuyas que están empezando a cuestionar tu capacidad y/ó metodología de trabajo con el equipo, y en el murmullo entre pasillos siempre se repita tu nombre.

Como entrenador, pones todo de tí y eres capaz de cuidar a tus jugadores/as día a día de la dureza de la competición y del resultado adverso, mandando el mensaje de estar en un proceso de crecimiento y desarrollo,  en el que toda experiencia acumulada será de gran utilidad mañana, aunque eso no de garantías resultadistas y no satisfaga a los que mandan.
El equipo no es ajeno a la realidad y seguro que valoran como tú la diferencia de potencial con respecto a los demás, pero asumen el reto de competir, de ser mejores y evolucionar cada día, cada set, cada partido.
Si el equipo salta a la pista cada encuentro creyendo que puede ganar, tu trabajo es espectacular, está funcionando y estas logrando convencer a tus jugadores/as que son capaces de todo y a pesar de todo y todos. Eres muy buen@ en la gestión de grupo, a lo que habrá que acompañar las tareas que propones para que el equipo realmente evolucione y el plan de juego que diseñes para competir, lógicamente.

Todo esto, como os he dicho, si no gana tu equipo y la directiva no está satisfecha, y su tremendo gasto/inversión en jugadores/as, x veces menor que el resto de equipos de la liga, no se refleja sobre la pista.

Lo lógico sería que los malos resultados trajeran consigo una reunión entre la dirección deportiva y el staff técnico, o como mínimo, entre un representante directivo y el entrenador como pieza única del staff o máximo responsable.
En esta reunión deberías ser consultado sobre la trayectoria del equipo, los motivos por los que no se está ganando, el día a día de la plantilla, y que se valorase tu esfuerzo, dedicación, compromiso, y se diera la oportunidad, mostrar, sin llegar a ser una defensa, como estás trabajando, la ilusión que tienes en poder sacar mucho más de cada un@ de tus deportistas y que todo mejorará con el paso de los días conforme el equipo vaya cogiendo velocidad.
Evita siempre las muletillas “es que.., y es que….”, la directiva no busca excusas, busca soluciones, y la excusa te debilita el argumento y deteriora tu mas que posible buena capacidad de revertir la situación, pero parece que te lavas las manos.

Una cosa importante, al menos lo veo así, sin proponer excusas pero el dato objetivo siempre por delante, y es obvio entender que un/a jugador/a de 18 años sin experiencia en la élite y que ha de jugar de inicio no tiene, por ahora, el mismo nivel competitivo que un rival de 25 y que lleva ya varios años haciéndolo en este nivel. Mientras un@ está aprendiendo de que va esto y como gestionar muchas cosas, el/la otr@ ya controla su tiempos y emociones,,,,,,,,,,,,, solo a modo de ejemplo. 

Si tras esta reunión la directiva entiende y valora positivamente tu exposición y tu gestión, sentirás el preciso y necesario respaldo y apoyo que tanto nos ayuda y tanta calma nos transmite, y sería ideal que se hiciera de tanto de puertas hacia dentro como frente a la plantilla con un mensaje de unidad y optimismo.

Pero……… en muchos casos, más de los que nos gustaría, es muy probable que la directiva haya usado esta entrevista para enviarte de forma subliminal un ULTIMÁTUM, y a pesar de tus importantes argumentos para seguir creyendo en tí, los directivos siguen pensando que el equipo debería tener mas puntos en la tabla y no los ven.

Si no sientes ese respaldo que os he comentado antes, si en las conversaciones notas que hay frío, distanciamiento, tu cabeza empezará a pensar demasiado y poco positivo por cierto.
Entiendo tus dudas, tu foco algo disperso y el nerviosismo por perder tu privilegiado puesto de trabajo, tanto por tu fé y tu pasión en lo que haces como en el salario que estás recibiendo, además del “desprestigio” que puede suponer un cese. Y es que no seamos hipócritas, a no ser que tengas una cuenta corriente con muchas cifras, a todos nos jode perder el trabajo y esa fuente de ingresos, pero nos duele mucho más el que se crea que no hemos sido capaces de hacer jugar al equipo y nos afecte en una futura búsqueda de equipo.

Esta situación, a veces angustiosa por la incertidumbre que se crea, la primera vez es dura y puede llegar a incomodarte el descanso, pero cuando ya tienes cierta experiencia y has vivido esto, lo tomas con mas calma aunque no dejas de entender que tu estabilidad no es la mejor y te planteas y preguntas muchas cosas.
¿Por qué no entienden que el equipo no está para ganar tanto como ellos creen?.¿Por qué no hicieron una plantilla mejor?.¿Por qué no apoyan el proceso?.¿Es que no ven que el peor Ferrari corre mas que el KIA más potente?.
Por mucho que estas preguntas te golpeen repetidamente, y por mucho que puedas llevar razón, estás malgastando tiempo y energía, y sin quererlo, estás ayudando a que tu incomodidad crezca y reste clarividencia a lo importante, planificar lo que viene por delante.

La gestión de la situación no es sencilla de realizar pero sí me gustaría daros un consejo si en algún momento os veís así de comprometidos. Que todos vuestros esfuerzos se centren en seguir trabajando por y con el equipo, ALEJÁNDOOS DE LO QUE NO PODÉIS CONTROLAR que es la perspectiva y visión de otras personas.

Mientras hay vida hay esperanza y hay que seguir trabajando, planificando y remando, ayudando a vuestr@s jugadores/as a ser mejores cada día y que el equipo compita mejor en los siguientes partidos, y por muy complicado que sea, saber que vais a dormir con la conciencia tranquila cada noche debería ser mas que suficiente y mas importante que la perspectiva que otros tengan y el afán por incomodaros para que, por voluntad propia, abdonéis.

Sentirse sol@ es normal en estas situaciones, y es que asumís la responsabilidad y más que ningún otro miembro del club por no poder lograr victorias, y aunque sí sois conscientes de las carencias de talento del equipo, trabajáis duro para mejorar el nivel competitivo individual y colectivo, y en muchos casos en un staff técnico unipersonal, sin compañía donde apoyarse y sin mas respaldo que el que recibís de vuestr@s deportistas y sobre todo, de vuestra familia.
La familia nunca abandona y como siempre recomiendo, cuando llegues a casa, trata de recibir de dejar el trabajo en el escritorio y busca momentos importantes donde recibir amor, mucho amor que mitigue el malestar y que  sirva para ver las cosas con optimismo.
El voley es lo mas importante,,,,,,,,,,,,,, de lo menos importante.

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