Bienvenidos al sitio web oficial de 1AXT+ Sobre Voleibol, una herramienta más para entrenadores de voleibol

Fase 3. Fase de Periodización (IV). Modelos Actuales

Fase 3. Fase de Periodización (IV). Modelos Actuales

MODELO COGNITIVISTA DE FRANCISCO SEIRUL·LO (1996)
En 1996, Francisco Seirul·lo, profesor del Instituto Nacional de Educación Física de Barcelona (Universidad de Barcelona) y preparador físico del F.C. Barcelona dio a conocer este modelo de planificación cuyo nombre se debe a su base teórica apoyada en el cognitivismo (constructivismo), partiendo de una crítica al modelo conductista (asociacionista) empleado tradicionalmente en los deportes individuales al ser trasladado a los deportes de equipo.

La postura de uno de los teóricos del conductismo en cuanto que solo lo observable debe ser tenido en cuenta en una conducta, centrándose en los estímulos y las respuestas abiertas, ignorando por completo las sensaciones, las imágenes, los deseos e incluso el pensamiento del sujeto observado, es para Seirul-lo reduccionista y no concuerda con la compleja realidad de los deportes de equipo, de cooperación-oposición.

El constructivismo, dentro del campo de la educación, adopta un modelo en el que el conocimiento no se reduce a una copia de la realidad preexistente, sino que es un proceso dinámico e interactivo, por medio del cual la información externa es interpretada una y otra vez por la mente, que va construyendo en forma progresiva modelos explicativos de la misma cada vez más complejos y acertados.
Se conoce la realidad a través de modelos que construye el ser humano para explicarla, los cuales son siempre susceptibles de ser cambiados y mejorados.

A) Las principales características de este modelo se resumen así:

  • Marcado interés por lo que sucede al interior del deportista luego que este analiza las condiciones del entorno en el que realizará su actividad competitiva.
  • Modificación de la organización de las situaciones y acontecimientos del entorno, para estimular al deportista a elaborar nuevos comportamientos, resultado de la interpretación personal de los mismos.
  • Se privilegia el mejoramiento de la interpretación que realiza el sujeto para que así se modifique la conducta externa.
  • Se consiguen actitudes motrices que son esquemas motrices aplicables a situaciones variables evitando así modelos cerrados de conducta.
  • La evolución del aprendizaje esta basada en la capacidad que tenga el deportista para analizar las señales del entorno, interpretarlas de la mejor forma y tomar variadas soluciones motrices cada vez más ajustadas a sus necesidades e intereses particulares.
  • Se atiende en gran medida a las necesidades del deportista. La persona preferente a la disciplina deportiva:
    – Es de mayor aplicabilidad en deportes en los que la situación de competición no es estable y se presentan grandes niveles de interacción. 
    – Predominan las motivaciones intrínsecas: satisfacción personal por la tarea bien realizada, afán por investigar, autoestima.
    – Las relaciones profesor-alumno, entrenador-deportista permiten optimizar la persona que compite, no el modelo de competición.
  • Capacidad del deportista para Analizar, Interpretar y Solucionar. 
  • El deportista se va autoformando en esa determinada especialidad según sus propios intereses y no como lo entiende el entrenador.

B) La forma en que se estructura el trabajo para el entrenamiento de las capacidades condicionales, coordinativas y cognitivas se resume de la siguiente manera:

  • Orientación de la carga: se presenta en tres niveles de aproximación, al margen de los objetivos condicionales, coordinativos o cognitivos, de acuerdo a las necesidades reales de la competencia, siguiendo como normas generales:
    – Sistemas generales: Guardan poca relación con el contexto general del deporte, su objetivo es dotar al deportista de una base adecuada para desempeñarse en su disciplina deportiva.
    – Sistemas dirigidos: se relacionan más estrechamente con el deporte específico y su estructura de movimiento. Su objetivo principal es promocionar al deportista a elevados niveles de participación.
    – Sistemas auxiliares: Son medios poco implicados en la ejecución específica del gesto técnico a realizar y su objetivo es recuperar la capacidad de trabajo perdida en las fases anteriores. Es opcional.
    – Sistemas especiales: Se utiliza el propio juego como elemento principal de trabajo y su objetivo es llevar al jugador a su más alto nivel de participación.

  • Estructura de la carga de entrenamiento: la orientación de las cargas de entrenamiento se subordina a la estructura condicional, coordinativa y cognitiva del proceso de entrenamiento, entendiendo que tanto lo coordinativo Como lo cognitivo tienen un soporte condicional.

No es posible mejorar las cualidades condicionales de forma racional sin tener en cuenta las capacidades coordinativas y cognitivas, pues estas siempre aparecen durante la ejecución de cualquier acción deportiva que permita diversidad entre las opciones a ejecutar.

C) Organización de los Elementos:

  • Primer Criterio Organizativo:
    La primera organización es por aspectos temporales. Un año de práctica deportiva, en cualquier fase de la vida deportiva, está compuesta por un Período Preparatorio, seguido por uno de Competiciones y por el de Transición.
    Por tradición, para diferenciar los deportes de equipo, y como preponderancia del hecho competitivo, el que se modifique esta terminología a Pretemporada, Temporada y Descanso Activo.
    Pretemporada: De 4 a 8 semanas
    Temporada: De 30 a 40 semanas
    Descanso Activo: De 3 a 6 semanas
  • Segundo criterio organizativo:
    La segunda organización es intratemática, de cada elemento en relación con su semejanza a la práctica competitiva.
    Así aparecen cuatro niveles de organización hasta llegar al hecho competitivo:
    a) General: Entendemos por general el criterio que aproxima la capacidad básica (Fuerza, Velocidad,
    Resistencia) al deporte que se refiere.
    b) Dirigido: La aproximación se centra en los aspectos necesarios para desarrollar un puesto específico en la especialidad deportiva
    c) Especial: La aproximación que permite optimizar los aspectos técnico-tácticos personificados por ese jugador.
    d) Competitivo: cuando se logran superar o igualar, pero de una forma parcial, las situaciones en que se manifiesta esa cualidad en la competición.

    La organización para dentro de cada cualidad es clara y se fija en la secuencia de General a Competitivo, pasando por las dos propuestas intermedias. Las proporciones y cuantificación de estos presupuestos son componentes del programa de entrenamiento.

    Para la Fase de alta competición, la organización puede estar definida según sean los primeros años de la fase de alta competición, o los últimos.
    A.- En la pretemporada solo existen elementos Generales y Dirigidos, en una proposición favorable para los segundos.

    Durante la Temporada se suceden elementos Dirigidos, Especiales y Competitivos, en tres o cuatro ciclos, donde siempre y sucesivamente, se reduce el contenido Dirigido y se aumenta el Competitivo, manteniéndose el Especial constante a lo largo de toda la Temporada. Las proporciones son personalizadas y el número de secuencias variable.
    B.- En la Pretemporada de los últimos años de alta competición, apenas hay elementos Generales, siendo los Dirigidos dominantes absolutos de los elementos de entrenamiento.
    Durante la Temporada, y casi coincidiendo con la 1ª, y la 2ª vuelta del campeonato, hay dos secuencias de elementos Dirigidos, Especiales y Competitivos en la primera secuencia, mientras que en la segunda desaparecen los dirigidos.

    La proporción entre elementos Especiales y Competitivos se mantiene inamovible durante toda la temporada, si bien siempre mayor la especial que la competitiva. Es necesario elaborar índices personalizados para contrarrestar unos años con otros y sacar las consecuencias para las posteriores planificaciones.
    Al final de la Temporada, al realizar el Descanso Activo, en ambos casos aparecen elementos Generales (A.-) y Dirigidos (B.-), como preparación al inicio de la Pretemporada siguiente.
  • Tercer criterio organizativo:
    El tercer criterio organizativo es Intertemático, atendiendo a las propuestas de Principio de Acción Sinérgica.
    Según este principio, que es específico de los deportes de equipo, la mezcla y la secuencia de ciertos elementos ocasiona una acción sinérgica sobre los sistemas a los que van dirigidos, produciendo una exaltación de sus efectos, por encima del que producirá a cada uno de ellos por separado, en el mismo sistema.

    Está aún pendiente elaborar leyes que desarrollen ese principio con bases científicas, pero sirva como ejemplo sinérgico en la acción sobre los sistemas que al optimizarse mejoran la velocidad de ejecución de una tarea en esta clase de deportes cuando ejecutamos una tarea de velocidad incluyendo simultáneamente elementos de toma de decisiones complejas, si, previamente a ésta práctica hemos realizado cierto número de repeticiones de estimulación de la fuerza reactiva sobre los segmentos rectores principales de esta acción.

    Esta y otras leyes, definirán muchas de las actuaciones sinérgicas sobre diferentes sistemas, lo que ocasionará ciertas necesidades organizativas, casi constantes en las planificaciones de Alto Rendimiento.
    Estas acciones sinérgicas solo aparecen en las últimas Fases del Proyecto de vida deportiva, cuando las aplicaciones de otros principios no son suficientes para obtener alteraciones adaptativas significativas sobre los sistemas del deportista.

D) DISEÑO DE LA CARGA DE ENTRENAMIENTO
La propuesta que exponemos a continuación es específica para los deportes de equipo y ha sido experimentada durante más de 19 años en deportistas de Fase de Alto Rendimiento. Tiene su fundamento en las teorías de Werchosanski, de concentración de cargas.
Esta propuesta presenta diferentes alternativas, según sea el deporte de cierta preferencia en capacidad condicional hacia la Fuerza-Resistencia, o hacia la Resistencia-Velocidad.

(Este diseño de carga que el profesor Francisco Seirul·lo propone, lo ha estado experimentando durante largo tiempo en varios deportes, aunque donde ha podido aplicarlo en mejor medida y durante mas años ha sido en el equipo de balonmano del FC Barcelona.
Pero también, bajo sus orientaciones, algunos seguidores y alumnos lo han podido aplicar en sus respectivos deportes y equipos, aunque parcialmente y con respectivas limitaciones, este diseño de cargas tanto en deportistas en fase de desarrollo como en deportistas en la fase de alto rendimiento).

Comúnmente son aceptados como valores de la carga el Volumen y la Intensidad de los estímulos de entrenamiento, y la carga es el efecto que estos producen en el organismo del deportista.
Pero nosotros hemos entendido el concepto de organismo como el de una estructura hipercompleja compuesta por sistemas funcionales de muy diferentes categorías, y que por estar íntimamente interrelacionados depende, la optimización de alguno de ellos, del grado de optimización que tengan los demás.

Por lo tanto, la carga, en volumen e intensidad, debe tener una orientación diferenciada que actúe selectivamente sobre un grupo de sistemas, y la secuencia de cargas selectivas sobre ese grupo de sistemas concreto, provoca su optimización, ocasionando así una determinada configuración de su rendimiento.

La planificación de las cargas tiene por objetivo el secuenciar de una forma ajustada, su acción selectiva sobre los diferentes sistemas funcionales, con una prioridad determinada.
Esto supone la necesaria creación de una teoría del entrenamiento, de carácter cualitativo, específica para los deportes de equipo. (genérico-específico: no vale; cuantitativo-cualitativo: si vale).
El 2º criterio organizativo indicado, dotaba de carácter General a los elementos propios de una determinada especialidad deportiva, y esto desde la Teoría General del Entrenamiento, en la que se basan todas las planificaciones de los deportes individuales, es una orientación claramente específica.

De esta forma, el volumen de una carga de estas características, observada desde la teoría general del entrenamiento, es de carácter específica-cualitativo, mientras que para nosotros es el inicio de la aproximación a las necesidades que presenta un deporte de equipo cualquiera.
Por ello la carga, en la planificación de estos deportes, debe plantearse desde otras perspectivas

  1. En la Pretemporada:
    Desde nuestra perspectiva, el calificar una carga con orientación general es estar iniciando la
    aplicación de esa carga hacia la funcionalidad necesaria en nuestro deporte. Aclarados estos
    conceptos podemos proponer el diseño de la carga en la Pretemporada de los deportes de
    equipo.

    Si el jugador ha respetado su proyecto de vida deportiva, al llegar a la Fase de Alto Rendimiento puede realizar éste diseño de carga durante la pretemporada.

    La duración del V.C.C.E. es del 45-50% del tiempo total que dure la pretemporada. Viene a continuación, aunque ya se inició, un cierto volumen durante el bloque, un alto incremento del volumen dedicado al desarrollo Técnico-Táctico (V.T.T.), y la pendiente de esta curva deberá ajustarse siempre a las necesidades personalizadas.

    La curva de intensidad (I) es inicialmente creciente hasta que el V.C.C.E. obtiene su mayor valor, desde ese punto desciende hasta que finaliza el tiempo del bloque V.C.C.E. De esta forma podemos afrontar el incremento de V.T.T. con las garantías suficientes de obtener el nivel de ejecución de la Técnica que, en éste momento de la temporada es necesario.
    El resto del diseño de esta curva es consecuencia de la teoría de carga concentrada, sustento de esta propuesta.

    El diseño de la curva de V.C.G. soluciona algunos requerimientos de la alta competición, aparecen aumentos de ésta condición genérica (no propia de la especialidad) en los momentos en que, principalmente los sistemas biológicos y motores, sufren modificaciones bruscas de carga.
    Esta condición genérica hace de colchón amortiguador de los efectos traumáticos que, en los sistemas funcionales, pudiera causar el efecto de la carga, y no le restan prácticamente nada de su carácter específico. Por este mismo motivo, y por las necesidades básicas de la metodología del entrenamiento, se mantiene un cierto nivel de V.C.G. durante el resto de la Pretemporada.

    En este diseño de carga pueden incluirse las competiciones de Pretemporada, torneos veraniegos, que son valorados como V.T.T., sustituyendo a un determinado volumen de sesiones dirigidas a ese objetivo.
    Por el contrario, durante el tiempo de V.C.C.E., no es recomendable la realización de competiciones, porque se alteraría mucho la curva de intensidad (I), con la clara repercusión en el estado de forma de final de Pretemporada.

    Tan solo en el último tercio de V.C.C.E., cuando el V.T.T. se incrementa, si el equipo contra el que se compite fuera de un nivel muy inferior al nuestro, podría afrontarse una competición, siempre que se permitiera reglamentariamente, introducir modificaciones que ocasionaran bajas necesidades de intensidad de participación para, de esta forma, ajustarnos a la curva indicada (I) de intensidad. El efecto de éste diseño de cargas produce diferentes niveles del estado de forma.
    El E.G.F. es el que permite realizar, en mejores condiciones, tareas no específicas de nuestra especialidad. Sucede así que, en el test de condición genérica, se aprecian mejoras en los primeros momentos de la Pretemporada, mientras que en el transcurso de ésta y, sobre todo al finalizarla, este tipo de rendimientos se mantienen y decrecen significativamente.

    En la siguiente imagen. vemos un ejemplo del test de salto vertical a pies juntos y parado durante una pretemporada, pasado a todo el equipo en la Fase de alto rendimiento.

    Sucede lo contrario con E.E.F., que con este diseño de cargas y esta orientación de entrenamiento, es el estado de forma específico de nuestra especialidad.

    Forma, en la línea marcada sobre el estado de forma en los deportes de equipo. En la Figura de abajo. vemos un ejemplo de una capacidad parecida a la antes expuesta. Test de salto vertical, con desplazamiento previo específico y toma de decisiones simple, que puede considerarse como un valor para la medición de una cualidad más próxima a la condición específica y correspondiente del E.E.F.

    El contenido del V.C.C.E. es lo que hace disponible este diseño de cargas para deportes en los que su rendimiento se fundamenta, en cierto nivel de preferencia, hacia la fuerza o la velocidad.
    Cuando el deporte tiene la resistencia-velocidad como soporte preferente, los contenidos de V.C.C.E. son de organización sucesiva, con diferente orientación funcional de la carga:

    1.- Sus elementos serán de fuerza general.
    2.- Sus elementos serán de resistencia dirigida.
    3.- Sus elementos serán de fuerza dirigida.

    Mientras que si el deporte es de resistencia-fuerza, la organización es la misma, pero los elementos serán:

    1.- Elementos de resistencia general.
    2.- Elementos de fuerza general.
    3.- Elementos de resistencia dirigida.

    De esta forma cumplimos con el segundo criterio organizativo ya expuesto, para los contenidos de la pretemporada. En la opción de Resistencia-Velocidad, son deportes en campo pequeño, donde el componente de fuerza es la base para el desarrollo de la velocidad, pues en su competición se dan acciones cortas, muy rápidas, de aparición intermitente y en contacto con un oponente.

    De aquí la exigencia y mayor demanda de fuerza durante la pretemporada, en esta clase de deportes. En la opción de resistencia sucede lo mismo, pero con esta otra cualidad que es la base de esta clase de deportes.

    En todos los casos son fundamentales las superficies de interconexión (rayadas en la figura 7.), para pasar de unos elementos, a otros con diferente orientación. De la eficiencia de los sistemas de entrenamiento construidos para estos objetivos, depende la configuración del rendimiento de ese jugador. La división temporal del Bloque tiene 5 momentos: 1; intersección 1 y 2; 2; intersección 2 y 3; 3. que bien pueden coincidir con los 5 días de entrenamiento en la primera semana de Pretemporada.

    Evidentemente que esta correspondencia dependerá del número de semanas que dure la pretemporada, que en el peor de los casos deberá tener tres, para poder aplicar este tipo de Planificación, el doble puede ser una duración más recomendada.

    Con este diseño de cargas durante la pretemporada, logramos:
    – Una aceleración en la aplicación de las cargas que es asimilable por los jugadores en fase de alto rendimiento.
    – Una inercia biológica de los diferentes sistemas funcionales orgánicos, que se manifiesta en un incremento de la capacidad condicional específica del jugador.
    – Una suficiente interacción entre todos los sistemas, inicio de una determinada configuración definida del rendimiento.
    – Evitar la aplicación monótona de ejercicios de difícil transferencia a la especialidad practicada.
    – Un volumen de carga que nos permite mantener el estado de forma deseado a lo largo de toda la temporada de competiciones.
    – Realizar una planificación que también soluciona los compromisos socio-económicos del equipo, fortaleciendo con ello su eficiencia y realismo.

  2. Durante la temporada de Competiciones:
    El diseño de la carga durante la temporada de competiciones está en total dependencia de las condiciones de competición de los deportes de equipo. Habitualmente, en estos deportes, se compite el fin de semana y durante toda la temporada de manera continua.

    Por ello el diseño de la carga debe ajustarse a esa excepcional circunstancia, de una manera que llamaremos microestructuración
    . Es un microciclo auto-estructurado, con su propia unidad funcional, integrado en la Temporada, compuesta por tantas microestructuras como sean necesarias para completar el tiempo total de competiciones.

    Además, cada una de esas microestructuras es dependiente de las demás que componen la temporada y, a su vez, en ella se contemplan los elementos de carga que permite estar en el estado de forma deseado al final la microestructura, para poder competir al más alto nivel, el fin de semana.
    Utilizando la inercia reactiva de los sistemas funcionales, planteada e inducida durante la Pretemporada, diseñamos la carga de la microestructura en las mismas dimensiones que lo hicimos allí

    El perfil de las curvas es parecido al diseñado en la Pretemporada, con el fin de lograr esa adaptación de los hábitos biológicos, a la aceptación de cargas de dinámica muy rápida e intensa.

    – La propuesta V.T.T. es muy semejante, en contenido y diseño, a la de Pretemporada, es más rápida, su pendiente inicial es mayor, para que durante el B.T. podamos incluir más contenidos Técnico-Tácticos.
    – Mayor variación hay en la curva de intensidad (I), que es más rápida y adelantada, tanto a los valores de B.T., como a la V.T.T., lo que ocasiona una alta concentración de carga en los días centrales del microciclo, asegurándose, con su posterior descenso, un suficiente estado de forma el fin de semana para poder afrontar las competiciones con garantías.

    Además, como sucede en estos deportes, también puede haber una competición el miércoles. Con esta propuesta de intensidad será suficiente su adelantamiento hasta el martes, en la semana anterior a la competición, para producir una modificación de dinámica que permitirá realizar esa competición con suficiente nivel competitivo.
    De esta forma no habrá que modificar el diseño de los volúmenes, pero sí sus contenidos, menos el del V.T.T., pero muy significativamente el B.T., durante la semana de competición.
    Es importantísimo conocer con anticipación suficiente los calendarios competitivos, para reorganizar estas curvas de la forma indicada.

    La curva V.C.G. cumple los mismos objetivos que su homónima de Pretemporada, tan solo indicar que el Lunes, el incremento del valor de esta curva es debido al entrenamiento de recuperación, si es que se hace. Cuestión que nosotros recomendamos.
    Las grandes modificaciones y alternativas están en B.T. y por eso hemos cambiado su denominación de V.C.C.E. de la Pretemporada. Puede tener dos opciones de diseño, si bien las dos son inicialmente distintas al V.C.C.E., puesto que nada más tienen dos componentes en su contenido.

    Estos dos componentes pueden ser de acción sucesiva, complementarios o sinergéticos. 

    – La acción sucesiva significa que son procedentes de la misma cualidad básica y gestionan una aproximación de ella a niveles que se asemejan a los competitivos.
    Como ejemplo: 1. Fuerza dirigida, 2. Fuerza especial.
    – De actividad complementaria, supone relacionar dos diferentes capacidades condicionales que, por sus características, o por su forma de manifestación en el deporte, deben ser entrenadas conjuntamente, con vistas al rendimiento competitivo.
    Como ejemplo: 1. Fuerza elástico-reactiva, y 2. Velocidad de discriminación o reacción de discriminación.
    – Mientras que la actividad sinergética exige del conocimiento de ese fenómeno y, generalmente, implica relaciones suplementarias con la curva de V.T.T., o con capacidades de otra categoría con las que ya se le han encontrado.

    En cuanto a su morfología, tenemos que tener presente que en la opción A., aparecen sucesivamente tres momentos (solo en el central se relacionan las dos cualidades de esta opción), mientras que en la opción B. , durante el transcurso de todo el bloque, las dos cualidades son de desarrollo simultáneo.

    Por todo eso, la opción A., puede ser utilizada más veces al principio de temporada, y la B. al final, haciendo valor su mayor potencia configuradora. La opción B., es también más fácil de realizar en el microciclo que tiene dos competiciones.
  3. Microestructuración
    Llamamos microestructuración a esta forma de Planificación porque suponía una determinada estructura invariable de la carga, aunque existen modificaciones no estructurales y, además, porque cada unidad microestructural estaba en relación con las demás que cumplimentan toda la temporada competitiva, y es que esa relación inter-microestructuras se plasma en la carga global que la planificación por esta opción propone.
    Mantenemos, con muy pequeñas oscilaciones, la Intensidad (I) a nivel alto durante toda la temporada, mientras que el volumen (V) decrece intermitentemente y mientras duren las competiciones.
    Por este motivo decimos que la opción B. de la estructura de B.T., se utiliza más al final de la temporada, además de por los otros motivos ya indicados.

    Hemos de mantener alta la intensidad para que las variaciones de volumen sean más significativas, y puedan lograr los efectos de dinámica de la carga que deseamos, según las teorías de P. Tschiene.
    Demos por sentado que es muy arriesgado descender la intensidad de la carga con competiciones sucesivas y próximas, por lo que las oscilaciones indicadas deben ajustarse a cuando el calendario de competiciones es poco comprometido para las aspiraciones del equipo.

    El descenso progresivo e intermitente de volumen durante toda la temporada, responde a la necesidad de mantener el estado de forma deseado en todas las competiciones del año. La descarga de volumen hace responder positivamente al organismo del jugador que se encuentran disposición de, juntamente con el ascenso de intensidad correspondiente, poder lograr un
    nuevo estado de forma, y así ininterrumpidamente a lo largo de toda la temporada.

    Por ello el diseño de estas curvas debe hacerse con el calendario de competiciones como referencia, para que tengan su reflejo en el microciclo, que es donde se plasma la cuantificación exacta de la carga de entrenamiento, que de esta forma se estructura en relación a todos los demás microciclos.

    Para ello, cada uno y los sucesivos microciclos, deben tener una determinada relación entre los elementos condicionales que se utilizan en el bloque, con los elementos de la curva V.T.T., así como con todos los demás contenidos de entrenamiento, pertenecientes a cualquier otro sistema. En términos generales, deben existir índices de relación directa entre los elementos de resistencia, con los de táctica, los de fuerza-velocidad, con los de técnica.

    Se contempla la estructuración con una determinada secuencia de prioridades que, en los sucesivos microciclos, se adopte respecto a esa concreta capacidad. Para lograr prioridades o no, tenemos las distintas clases de Bloques. Así, los de acción sucesiva, son los más eficaces para lograr la prioridad de una cualidad en los distintos microciclos.

    Mientras que los de actividad complementaria, son los válidos para lograr las relaciones inter-sistemas y obtener la configuración deseada. La secuencia de prioridades no debe ir más lejos de 4 microciclos, y se utiliza al principio de la temporada.
    Mientras que al final, debemos lograr alternancia de prioridades. Como vemos queda bien justificada la denominación de microciclo-estructurado, para la unidad de la planificación de la temporada en los deportes de equipo

Related Posts

Deja una respuesta